INFLUENCERS…
Les seguimos, copiamos, amamos, odiamos, hemos invertido medio presupuesto de marketing en ellos, hay quien asegura fue la mejor forma de dar a conocer su marca, y hay quien ha perdido la fe en ellos.
Quizás, como todo en la vida, solo se aplique a determinados casos y escenarios.
Hemos escuchado de todo, low key, micro influencer, top, nanoinfluncer, Dulceida y los ángeles de Victoria Secret, pero hoy entra en juego una nueva variable que podría cambiarlo todo.
INFLUENCERS VIRTUALES…
¿Cuán futurista te creías? ¿Ya sigues a Lil Miquela? Tiene 1,6 millones de seguidores, se dice que es brasileña de 19 años pero en realidad es un CGIs, Computer Generated Influencer, o una influencer generada por ordenador.
En pocas palabras un avatar 3D con distintiva personalidad o casi, con la lágrima en el ojo (como dice Lil en su perfil).
Fue creada en Los Ángeles, sin duda la meca de todos los influencers, los de carne y hueso y ahora también los de código.
La startup Brud es la responsable de Lil de Blawko y Bermuda.
En Estados Unidos marcas como Calvin Klein, Fenty, Samsung e incluso Praga han colaborado con influencers virtuales.
En España la agencia especializada en marketing de influencers H2H creó a David para poner a prueba este nuevo tipo de prescriptores digitales y su capacidad de generar engagement con sus seguidores.
¿Se tratará de algo pasajero o pronto estaremos todos siguiendo, copiando, amando, odiando e invirtiendo en avatares digitales de la vida perfecta?
¿Por qué marcas como Renault, Diesel, Prada o Adidas apuestan por influencers virtuales?
Los usuarios empatizan con los avatares virtuales, en algunos casos, como el de Lil, con el mismo impacto que si fueran influencer reales. (Quien sabe más!)
El motivo más notable es el control que tienen las marcas sobre su imagen, el influencer virtual tiene un comportamiento completamente manejable. El inversor puede olvidarse de los escándalos públicos y los posibles incumplimientos de las publicaciones de su marca.
Estudios en Estados Unidos aseguran que este es un acercamiento del marketing a la realidad virtual y que los influencer de carne y hueso van a competir con ellos en un futuro quizás no tan lejano.